Espero no ser a la única que le ha pasado—si es así, sería terrible—, pero tengo esa extraña anomalía llamada por muchos "oído biónico". Es más conocida como "síndrome del oyente por casualidad". Si, lo admito: escucho las conversaciones de los demás. Pero no a propósito, sin quererlo. Me pasa siempre. Por más que lo evito, si alguien va conversando cerca, pasando a mi lado o sentado en la micro —aunque yo esté hablando con otra persona— siempre lo escucho.
Hoy por ejemplo: iba de pie y dos jóvenes estaban sentados. Una le comenta al otro lo mal que le cae esa chica vegetariana que tienen en la misma clase y en el grupo de whatsapp. La conversación siguió, detalles graciosos salían uno tras otro, pero lo mejor fue cuando él contó que esta joven en una trabajo de clase, dijo que al ser que más admiraba era a una vaca. Sí, una vaca: porque daba leche, cuidaba a sus hijos, soportaba el peso sobre sus piernas y no pateaba como los burros. No pude contener la risa. Me reí de tal manera que contagié a los demás oyentes ocultos y nos reímos todos bajo los ojos asombrados de los relatores de la historia.
Esas son las cosas buenas, pero también están las sospechosas: como las veces en que sólo escuchas: "lo maté y lo escondí en el patio". ¿Qué hacer ante eso? y ¿qué pasaría si en verdad lo escondió y luego sale en las noticias pero no saben quién lo mató?¿Tendremos algún poder como el de Superman? ¿o simplemente nuestro subconsciente puede captar varias frecuencias al mismo tiempo?
A lo largo de mi vida, he oído cosas muy locas y otras que jamás me atreveré a repetir. En cierta ocasión un amigo me dijo: "fuiste la escogida para saber lo que los demás gritan en secreto". Lo encontré muy poético, pero no muy realista. ¿Será que hay algo de verdad en eso?
¿Te ha pasado? ¿Qué han escuchado tus lindos oídos?
Foto CC vía Flickr (elartedelafotografía)