Si hay algo que he aprendido, es que todos manipulamos y comenzamos a hacerlo desde pequeños, de una forma u otra, sea explícita o no. Cuando somos niños manipulamos a nuestros padres mediante llantos o pataletas, mientras que al crecer optamos por “negociar” con nuestra pareja para que nos acompañe a ese concierto. A cambio, claro, lo compensaremos con otra cosa. Por eso, el hábito “premio / castigo” funciona tan bien en nuestra infancia, y lo empleamos incluso siendo ya mayores.
Hace poco más de un año fui la reina de las manipuladoras y lo recuerdo muy bien. Fue con un ex y lo manipulé donde más le dolía: sexo (llámenme bruja o lo que quieran pero todas lo somos alguna vez). Otro ejemplo es mi hermano. Si él me iba a dejar a un sitio, yo lo recompensaba accediendo a ser su "nana", ordenándole la pieza. De hecho creo que la manipulación entre hermanos es la mejor escuela, además es muy divertida. Tampoco faltó el mino que intentó manipularme, pero con el hermano que tuve, era difícil que cayera en esos juegos. Por lo mismo, generalmente el malintencionado pasaba de víctima a victimario.
Tengo una amiga muy cercana, cuyo pololo la "muñequeaba" por la forma en que se vestía. Él la conoció muy coqueta - con un estilo atrevido - y ahora que ya la tiene no soporta que se pasee con faldas o escotes. El problema era que ella aceptaba todo eso y ahí creo que estuvo el error más grande. Así es que niñas, no sean débiles ni permitan que nadie interfiera en sus decisiones. No hay razón para dejar que otros decidan por una, ni mucho menos dejar de ser una por nadie. Obviemos la manipulación a los hermanos, siempre que ésta sea sana y no sobrepase el respeto hacia la otra persona.
Cuando vivimos libres podemos apreciar mejor a las personas que no rodean y podemos ser mucho más auténticos y ser conscientes de nuestros errores.
Sin embargo, considero que la manipulación es una de las peores armas con las que contamos. Cuando se cae en ella por lo general es porque el otro lado no siente gran interés por complacernos. Hay que aprender a detectar esas señales para no quedar con "traumas mentales" luego.
¿Qué dicen?
Foto vía CC karlamor