Dicen que algunas conquistan por la comida, y debo decir que ellos también lo hacen. Quizás echando mano de pequeños detalles, pero que sin duda enamoran. Ya sea de parte de un hijo, el esposo o alguien que nos ama, recibir un desayunito en la cama es lo máximo.
Aún recuerdo esos días cuando éramos novios y dormíamos en un colchón en el suelo. Él se levantaba antes y traía té con tostadas, mientras yo veía TV. De esos días han pasado ya casi cuatro años, y tengo los más lindos recuerdos de aquellas mañanas llenas de regaloneo.
Muchas veces decimos que ellos no demuestras lo que sienten, que son retraídos para las frases románticas o poco fijados con las fechas, pero un desayuno en la cama es una tremenda muestra de amor.
Todos los hombres son dormilones. Por eso, que dejen de lado el sueño matutino, planifiquen la sorpresa, se levanten y ejecuten es una pequeña maravilla. Preparan una rica comida, en que ponen su esfuerzo y creatividad para que nos sintamos halagadas y tengamos un gran día.
Mi día preferido son los domingos, pues despertar con hambre y recibir esas delicias es el mejor premio al cansancio semanal. Además que nunca viene solo; siempre es acompañado de un rico beso.
Toda mujer debería tener al menos un desayuno en la cama durante la vida. Es ¡el mayor regaloneo para iniciar el día!
No importa si es la pareja, tus hijos o tus padres: sorpréndelos y haz que comiencen la jornada ¡de la mejor manera!